Silvina Ocampo: el arte de lo inquietante (†es)
Hay autoras que parecen escribir desde una orilla distinta. Que no te gritan, pero susurran algo al oído y te dejan temblando. Así es Silvina Ocampo, una escritora argentina que escribió como nadie sobre lo extraño, lo perverso, lo secreto.
Fue poeta, cuentista, pintora. Fue la hermana menor de Victoria Ocampo, amiga de Borges y esposa de Bioy Casares. Pero también fue, y sobre todo, una autora con un universo propio, lleno de niñas crueles, sirvientas que lo saben todo, ángeles caídos y animales con conciencia.
Uno de sus libros más fascinantes es La furia, publicado en 1959. Es una colección de cuentos breves, intensos, inesperados. Leerlo es entrar en una casa encantada, pero sin efectos especiales: el miedo y la belleza se cuelan por los detalles.
Te dejo un pequeño fragmento del cuento El pecado mortal, para que veas de qué hablo:
"Al principio no sabíamos qué hacer con el cadáver. No era el primero, pero tampoco queríamos que se repitiera la historia del anterior. Entonces se nos ocurrió enterrarlo en el jardín, debajo del laurel. Nos pareció una idea limpia, discreta, casi poética."
Así escribe Silvina: con esa mezcla de inocencia y perversidad, de lo doméstico y lo siniestro. Sus cuentos son breves, pero quedan resonando.
Si nunca la has leído, te recomiendo empezar por La furia. Y leerla despacio. Con una taza de café, en silencio, como quien entra a una habitación donde algo acaba de pasar y aún no se sabe qué.